miércoles, febrero 27, 2008

LA HORMA DEL TRIGO


Fuente del Arco (Badajoz). Nikon F-50

Antes readaptábamos el atuendo y el calzado, si una chaqueta se rompía, se remendaba hasta que no quedaba sitio en la tela ni para pinchar la aguja, si estaba pequeña, se abría por la espalda, si crecías por la fiebre, se le sacaba al pantalón más telas de los bajos (la bastilla) e incluso se reutilizaban parches y rodilleras de otros tejidos más duros como la pana, todo para que el vestuario fuera aprovechado al máximo. La vida de los zapatos también era ardua, su uso al principio iba desde la ilusión del estreno en una boda, a una fiesta del calendario, luego a un uso más cotidiano, para las tareas del campo y finalmente se cortaban para hacer la pedrera de una honda.

En este caso y para cuando un calzado se encogía por las condiciones climáticas o bien el pie crecía se recurría por ejemplo al trigo o el arroz; el zapato se llenaba de este grano, luego se cubría en agua, y a la mañana siguiente el zapato había ensanchado, como en una olla improvisada quedaba el grano hinchado que tierno se embucharían gustosas las gallinas.

3 comentarios:

DaNi dijo...

Los de pueblo estáis locos!

Yosi dijo...

y los de ciudad estais en adobo

Anónimo dijo...

...me gusta, aunque creo que esta foto si que tiene algo de grano, no creeis?....jua, jua, jua

Jose Sproken