viernes, octubre 22, 2010


LAS ESCRITURAS

Alguien avivó el fuego en una residencia de una ciudad perdida.


Fuera el viento golpeaba los cristales, temblaban en sus juntas de plomo, era tarde ocre, gris y rosada de hace ya casi un siglo, daba la sensación que la existencia de una luz inmóvil de otoño se cerraba en torno a un negocio, algo cotidiano ya en la casa de un rico moribundo, usura y ambición en el mismo vaso de aguardiente que ahora corría como fuego por sus gargantas.


Pronto llegaría el hielo y no se podría subir al escarpado balcón calizo que lo distanciaba de ese tan ansiado remanso de desasosiego y tranquilidad, debería darse prisa antes que la Maderera se hiciera dueña y señora de esos colores que inundan los sentidos y te hace agradecer toda creación, violetas y azules sobre espacios blancos, verdes de todos los tonos, oscuros colores que se adentran en tu interior como ancestrales espíritus que condensan tu respiración hasta dolerte el corazón.

Se sentaron en torno a una mesa de torturados tablones.


De pequeño me contaron esta historia que ahora os cuento y es que hace tiempo en el oeste, antes de las guerras que asolaron nuestra memoria, cuando el trashoguero chasqueaba en los hogares y su olor impregnaba los caminos mojados, allá arriba, más lejos aún de las laderas de la impenetrable mole que ensombrecía la llanura un viejo trampero encontró un hueco donde refugiarse, asediado por el azote de una tormenta, se abrazó a su gastada escopeta y arropándose en su capote impregnado de olor parco de tabaco esperó… cuando esta amainó y los rayos del sol calentaron sus manos agrietadas se le concedió la visión más hermosa; El viejo Roble brillaba como una constelación de gotas de agua de lluvia pura, entre gruesas ramas e intrincadas esencias de aire eléctrico que el trueno atraía como el beso de una mujer un mar de dorados reflejos inundaron de lágrimas los antes secos ojos del trampero, sabía hace tiempo que su época expiraba, sabía que desde que el gasoil quebró el poderoso brazo del leñador ya todo iría más deprisa.


Alguien trajo un tintero y una antigua carpeta con añejos motivos florales, un papel cetrino, alimento de polillas que serviría para trazar el recorrido tembloroso de una agrietada pero decidida mano.


- Allí habitan los fantasmas de los hombres perdidos por el oro, cantan las sabinas y gruñen las nieblas en las cuevas, no sé qué demonios se le ha perdido allá, pero en fin, si lo que busca es una tumba, quédeselas.


Se barajan los destinos y una firma los forja.


Pacto de colono a colono, nunca imaginaria el trampero que había llegado su hora, subir y sentarse bajo ese rudo y hermoso roble, ese Roble…


Así que se alejó por la calle empedrada, donde la noche se echaba ya sobre sus hombros como una capa de bruma fría, esta vez no entraría en la taberna a calentarse el vicio, esta vez no, ya no quedaban ahorros, irá derecho a su cabaña con una carpeta de añejos motivos florales bajo el brazo, Por fin poseía las escrituras de las tierras del padre de su padre, de ese viejo zorro que se perdía por los laberintos de la apuesta, eso ya le daba igual, pero es que ese Roble… ese Roble nació de las vítreas manos de un ángel, antes de que el Hombre usurpara estas tierras, eso aseguraba él y eso es lo que creímos siempre todos.






viernes, octubre 08, 2010


La Hermandad


La ciudad higiénica




La Ciudad Higiénica ha invadido el territorio de la Hermandad, sus éticos y civilizados cimientos no tienen nada que ver con la escasa sujeción de la que pende la Hermandad, esta se aferra a la anarquía y a la imaginación, sea abstracta o cubista, un débil soporte que la Ciudad Higiénica derriba y raspa con la fuerza huracanada de mangueras que escupen arena de pequeño y endiablado calibre, dejando así a la intemperie la desnudez de una piel cetrina y dolorosa que vivió un pasado en blanco y negro…

Otras hermandades, más poderosas dominan con sus publicitarios, con sus bellas pagadas, con la seducción latiendo en el germen de la gran imprenta, las inmensidades interiores y las arterias que conducen al estomago de la ciudad higiénica están siendo masticadas por el Golem de la opulencia.

viernes, octubre 01, 2010


THE D-DAY IV
(FINAL)



En el Pointe du Hoc un veterano de los Rangers se salta la valla de seguridad para sentirse más cerca aún de sus compañeros caídos, para sentarse y llorar sobre su pasado, y detrás de él, el respeto de todos.


La Celebracion

De todos los actos, el más emotivo este en memoria de los enfermeros y enfermeras.


Los nietos, orgullosos de su bandera visitan en peregrinación las playas de Normandía, sus guerras ahora son algo más diferentes.


El cabo y la enfermera.


Homenaje a los veteranos





El soldado de antes y el soldado de hoy. ¿Cambios en la dieta?




BLINDADOS





El Tiger II, con capacidad para cinco tripulantes, de 69 ton. y un motor de 700 cv, alcanzando los 40 km/h y disparando con un cañon de 88 mm que tenía un alcance de 1000 metros por segundo, así, un tanque enemigo que estuviese a 2 km de distancia en solamente 2 segundos era destruido.


Tanque KV1, de la antigua URSS (1940), también para cinco tripulantes pero con menor velocidad y cilindrada (560 cv), y por tanto menos potencia de tiro.

Propaganda soviética...

Pero ese es otro frente.