domingo, diciembre 25, 2011

El Brasero


Cisco, picón o carbón, alambrera y badila o paleta, camilla y nagüillas, la tarima... términos de origen tanto cristiano como árabe, da igual, calienta nuestras piernas en el duro invierno y proporciona ese bienestar que acompaña el sorbo de un buen "buche" de café con gañotes o perrunillas. Esas tardes de novela o de visita porque hubo misa, tardes de tormenta sin luz y soñera porque ya se ha cenado. En reunión o en soledad si no te proteges las espinillas con las polainas te salen cabrillas.
Calcetines colgados de la alambrera y gatos adormecidos que se queman la cola.
Aparece un tizón que ahuma la estancia y a pelearse con el mismo infierno para sacarlo y arrojarlo fuera, echarlo al charco que ha quedado en la calle después de un largo día de fría llovizna.